Las pequeñas gotas se asientan sobre la piel, refrescándola y proporcionando una sensación de tranquilidad y bienestar. El aroma floral llena el aire circundante, como si fuera un suave abrazo de la naturaleza a su piel.
El agua floral ofrece varios beneficios para la piel:
Hidratación: Aporta una hidratación instantánea, dejando la piel tersa y elástica.
Tonificación: Contribuye al cierre de poros y al equilibrio de la piel.
Calmante y frescura: Es perfecta para climas calurosos o tras estar al sol.
Preparación para el cuidado de la piel: Aplicar agua floral de lavanda antes la crema mejora la absorción de estos productos.
Hidrolato